
Hoy seré breve. Baño, como se dice futbolísticamente, el que recibió el Valencia Club de Fútbol anoche en el campo del Villarreal. El equipo amarillo demostró porqué es uno de los equipos más sólidos del panorama futbolístico nacional los últimos años, mientras el Valencia confirmó que es una embarcación a la deriva a la que le cuesta seguir un rumbo fijo.
Lejos de sistemas, espíritus pasados u objetivos fuera de la mano en este momento, al equipo no le queda otra que ir partido a partido, intentando "madurar" lo que debe ser la concepción de un equipo. El Villarreal mostró ayer el camino de cómo se deben hacer las cosas y viendo que la situación es complicada pero no definitiva en ningún caso, seguro que la situación va a ir para arriba.
Ojalá traspiés como el de ayer sirvan al equipo blanquinegro para aprender, para "madurar" una idea de juego, valga la redundancia, y para convertir lo que parece una temporada de transición en un año de progresión. Soy de los que piensa, como mi amigo Álvaro "Vlaovicoll", que hay que confiar en Koeman, pues idea tiene de esto y mimbres no le faltan para levantar a este grupo entre tanto solar.
P.D. Después del 3-0 a animar contra el Atleti.
Mañana presentación de Maduro. A ver que tal se le da el medio campo valencianista a este apaga fuegos holandés. ¡Suerte!